Fuimos a Ungilde y nos visitó Álvaro Pedrerias.

Por la mañana fuimos hasta un pueblo cercano llamado Ungilde donde tienen una escuela micológica, es decir, estudian y enseñan a diferenciar las setas y las plantas. Antes de llegar nos explicaron, en un camino, unos carteles que tenían información y curiosidades sobre las setas.

Entramos en la EMU (Escuela Micológica de Ungilde) que eran las antiguas escuelas del pueblo que se han recuperado. La parte de arriba es como un decorado de película en el que hay rocas, montes y ¡hasta un río pasa por el medio! Entre el paisaje hay setas que les han quitado el agua y tienen un nombre rarejo, liofoli… no se qué.

En la parte de abajo hay un laboratorio y una sala con televisiones y una pantalla en los que se veían imágenes de lo que estábamos viendo por los microscópios. Vimos una planta, una seta, polen y hasta trozidos de madera. ¡Era muy chulo!

Mientras unos estábamos en la escuela otros iban a dar un pequeño paseo en el que vimos unos árboles enormes, de mas de 600 años algunos. Había castaños y robles. También vimos huellas de ciervo, corzo, jabalí, zorro y lobo; un avispero muy pequeño, raro, pero chulo. ¡Ah y una cría de lirón careto que nos encontramos muerta en un camino!

Por la tarde el Capitán Cara Lata nos encomendó la misión de conocer a los habitantes de La Isla Tortuga y conseguir “diamantoides” para pagarle a su enemigo, Marcus Bocanegra Jack y conseguir la última llave para abrir el cofre.

Por la noche nos visitó Álvaro Pedrerías, piloto del bergantín “El Amazonas” que venía escuálido y le dejamos cenar con nosotros a cambio de que nos explicara cosas de las estrellas. Salimos y vimos el cielo con ¡una barbaridad de estrellas! Que Álvaro nos explicó sus mitos, leyendas y algunos nombres, además  vimos Saturno por un telescopio. Se ve muy pequeñito. Mañana vamos al lago y seguro tendremos nuevas aventuras…

Se me olvidaba. También vimos una cría de culebra de escalera. Todo son descubrimientos...