La noche del jueves llegó la lluvia tan deseada por el campo seco. Empezamos el viernes según lo programado visitando el lagar de cera de Robledo y la antigua fragua del pueblo, Ernesto nos enseñó pequeño animales de la zona. Cambiamos la playa de Enanos por comer debajo de los soportales de Ribadelago Nuevo y allí con un juego conocimos a un superviviente de la tragedia de la presa. Por la noche hicimos un rastreo por el barrio de San Francisco.
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